Héctor Rubio.
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Al cierre del mercado veraniego se decía que el Chelsea y el Real Madrid estaban hablando por Kaka’. Roman Abramovich quería hacerle un regalo a Carlo Ancelotti y el técnico de los “Blues” no dudó en pedir al mediapunta brasileño del Real Madrid. Se dijo que esas negociaciones se pararon debido a la lesión que arrastraba el jugador desde el Mundial y que ahora sigue tratándose.
Ya en ese momento y aun sin concretar la llegada de Mesut Özil me parecía bien su venta. Pensaba que Canales y Van Der Vaart podían cubrir perfectamente su puesto en el once blanco.
Hace unos días el rotativo italiano Corriere dello Sport afirmaba que Moratti y Benítez se han reunido para trazar las líneas clave de la estrategia para fichar a Kaka’ en el mercado invernal. Incluso el citado periódico decía que emisarios del Inter de Milán se reunirán en noviembre con el Real Madrid aprovechando la visita de los blancos a la ciudad con motivo del partido de Champions contra el A.C. Milán.
Mi opinión al respecto es clara: Vender. Pero evidentemente no a cualquier precio. No se pueden pedir los 65 millones que Florentino despilfarró en el fichaje del brasileño pero 40 ó 45 millones por el mediapunta me parecería un trato justo. Si antes creía que con Canales y Van der Vaart ese puesto estaba cubierto ahora con la explosión y el rendimiento que está dando Özil lo tengo más que claro. Es un jugador joven, con hambre y ganas de ganarse un nombre en el club y en el fútbol internacional. Ricardo Kaká ya está de vuelta de todo y si pueden sacar algo de dinero por él es ahora que aun tiene cartel.
Los impedimentos a la operación son principalmente dos: para Florentino esa venta sería asumir que se ha equivocado en un fichaje y pocas veces rectifica el actual presidente blanco. El otro motivo es que no sé como vería Kaka’, habiendo declarado su amor miles de veces al eterno rival al Milán, vestirse de rossonero, aunque claro si Dios puso el dinero en manos de Pérez para ficharle, también lo puede poner en manos de Moratti (y en los bolsillos de Kaká).