José o Josep, esa es la cuestión (II)

3 comentarios
 
Antonio Andreu.
Después del 'yo le acuso a Pep', hoy tenemos la segunda entrega sobre la diferencia entre las dos 'J' de moda, José o Josep...

Oda a Mourinho

Debería escribirlo Sabina y cantarlo Plácido Domingo, al compás de la música de la orquesta de Von Karajan. Debería exponerse en el Teatro San Carlos de Nápoles, ¡qué menos! El manifiesto a Mou tiene rango de texto sagrado, de tratado dogmático sobre la vida y el fútbol. José Mario llegó desde Setúbal para salvarnos a todos de la incredulidad, para revelarnos qué es un balón, de dónde viene y a dónde va. Mourinho, 'The Special One', el verdadero ser superior del que hablaba Butragueño, está entre nosotros para alumbrarnos. Aprendamos.

Como Mozart, Mourinho fue un genio precoz. A la edad del instituto ya apuntaba maneras: tuvo un altercado con un profesor de matemáticas, lo que propició que tardase más tiempo en graduarse. Finalmente lo consiguió, para licenciarse después en Educación Física por la Universidad Técnica de Lisboa, con especialidad en Traducción e Interpretación. Mou, seguidor de su padre Félix, portero, quiso dedicarse al fútbol aunque el balón le molestaba en los pies tanto o más que un ladrillo del siete. Así, cogió la libreta y empezó a enseñar a niños en un colegio de secundaria.

Después viajó y viajó hasta llegar a Barcelona, donde acabó de gestarse su personalidad. En Can Barça Mou se convirtió en un ser acomplejado, con una enorme sed de venganza por un equipo que había valorado en exceso su capacidad con los idiomas.

Portugal, Inglaterra e Italia colmaron un currículum del tamaño de la guía telefónica de Pekín, que utilizan y utilizarán sus defensores –y él mismo- para golpear en la cabeza de quien ose discutir su poderío. Volvió de nuevo al Camp Nou para comprar un billete hacia el Bernabéu y, de paso, un chándal con siglas. Ahora sí, por fin, los madridistas, tendrán la oportunidad de entender el fútbol. Tras nueve Copas de Europa y el galardón al Mejor Club del Siglo XX, el portugués glorioso les enseñará todo lo que deben saber.

Con Mourinho se resetea el disco duro balompédico y, más aún, el social. Las incongruencias pasan al sentido común porque nada es como parece. Si se falta la educación al contario hablamos de táctica deportiva para desviar la atención. Si se menosprecia a un jugador propio en público, estamos ante un método de motivación. Si Del Horno levantinista provoca, se debe ir a “tomar por culo”, mientras que si Del Horno ‘blue’ desquicia, Messi hace teatro. Si el Levante pierde tiempo, carece de ‘fair play’, si lo hace el Inter en una semifinal de Champions, es que sabe competir. Así es la ecuación. Mourinho nunca se equivoca. Nunca. Mou no aburre a su público, sino que es su público el que tiene la mirada demasiado ruda como para apreciar la exquisitez del fútbol ordenado y compacto. Mou no se levanta en medio de una rueda de prensa, la rueda de prensa acaba cuando se levanta Mou. Mou no responde mal a las preguntas, las preguntas cuestionan mal a las respuestas. Así es, así debe ser.

PD. Nunca había visto al Bernabéu pitar con 3-0 un descuento de cuatro minutos. Ocurrió frente al Espanyol. Al público se le ve disfrutar. Sigan haciéndolo, pero, por favor, no dejen que los niños se acerquen a él.

3 Responses so far.

  1. Raúl M. says:

    Vaya, echaba yo de menos a Andreu por estos lares...

    Pues yo soy "mourinhista"... pero además, a tope.

  2. Sori@.net says:

    Andreu!!! me uno al grupo de los que te echaban de menos!!.

    Este debate termina en el momento que se plantea. Solo son los dos grandes protagonistas de las dos compañias circenses más importantes del momento. El miliki y el fofó del momento deben interpretar unos papeles para atraer y entretener a las masas y a quien informa a las masas.

    Guardiola es un payaso seguido de otro, llamado Mourinho. Cada uno a su manera intenta captar esa atención que no recaerá sobre sus jugadores.

    Y amigo y compañero Andreu, no me pintes a Pepe como la basílica de San Pedró y a Mou entre los rostros del Juicio Final de Miguel Ángel.

    Un abrazo compañero!

  3. Lobo says:

    Antonio Andreu, le acuso de dejarse leer la menos veces por este blog, de manejar la pluma como un florete afilado, y de tenerme en vilo esperando sus artículos.

    Siempre es un placer encontrar un texto suyo, no se haga esperar tanto, se lo ruego)

    Tras el jaboneo(eso sí, sincero jaboneo), vamos con la crítica... Respecto al artículo, creo que es usted demasiado parcial a la hora de hablar del portugués. A mí el tipo me convence, realmente es The special one. Creo que va camino de ser uno de los grandes de la historia, y virtudes y defectos a un lado, y falacias y realidades al otro, Mou sabe lo que se hace, pude a uno gustarle o no, por supuesto, pero es bueno, muy bueno. Aunque como todo genio, él también se equivoca, y mucho, para mí su principal defecto está precisamente en que cuando lo hace se le nota demasiado, más que a ninguno. Mou es un entrenador casi perfecto, como madridista espero que tenga todo el éxito posible.
    Dicho esto, y sin ironía ninguna, añadiré que entre ambos, José y Josep, yo me quedo con Guardiola, de siempre... no sabría valorar si uno es mejor que el otro, pero si yo pudiera elegir entre ambos para dirigir a mi equipo lo tendría claro... Pep me tiene ganado, porque la sabiduría bañada en arrogancia bien llevada siempre fue santo de mi devoción, pero más aún la inteligencia revestida de clase y elegancia brutal.

    Un saludo

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