El Liverpool no es el único grande de Europa que ha sufrido el devenir del tiempo situándose en la zona baja de la tabla de liga. Recuerdo aquella preciosa final de Champions de 2005 en la que el Milán se puso 3-0 al descanso y apagué la televisión dando por sentado que los italianos serían campeones. Craso error. Cuando volví a sintonizar el partido poco después de empezar el segundo tiempo pude disfrutar de uno de los partidos que más me ha marcado en mi vida, por su grandiosidad.
En apenas 6 minutos el Liverpool volteó el resultado (gol de rechace en un penalti de Xabi Alonso incluido) para empatar, logrando la victoria a la postre en la tanda de penaltis.
De aquella histórica noche sólo queda el recuerdo y los grandes estandartes ingleses del equipo: Gerrard y Carragher. Muchas han sido las idas y venidas en el equipo Red, desde la llegada de unos nuevos propietarios accionistas y jugadores como Reina o Torres hasta la marcha de Xabi Alonso y Rafa Benítez. El caso es que el Liverpool ya no es el que era y a día de hoy se encuentra en zona de descenso en la Premier, situación que no sorprende a nadie después de este último año y medio o dos años en los que los Reds han bajado al nivel, hasta tal punto de quedarse fuera de la Champions.
Benítez, ese gran incomprendido
Son varios los motivos que han derivado en esta situación pero desde luego me gustaría salir en defensa de Benítez. Es cierto que sus fichajes de “medio pelo” como Núñez nos han sorprendido en más de una ocasión, pero es igualmente cierto que ha conseguido, durante varios años, luchar con los grandes de la Premier y de Europa con una plantilla justita y un presupuesto bastante más bajo que estos, consiguiendo sacar el máximo de cada jugador. Por no citar los constantes ataques de la prensa y de los directivos del club.
La gran brecha llegó la temporada pasada con la venta de Xabi Alonso, el verdadero motor del equipo. Si a eso le unimos la continúa mala suerte de Torres con las lesiones y que Gerrard ya no es el todoterreno de hace un par de años nos encontramos ante un equipo frágil y con fisuras.
¿Y ahora qué?
El futuro que se le presenta al club no es halagüeño deportivamente hablando. Las opciones por la Premier se han disipado por lo que ahora el objetivo debería ser clasificarse para disputar competiciones europeas el año que viene (a pesar de estar en descenso, el Tottenham, quinto clasificado, se encuentra a tan sólo 5 puntos) y hacer un buen papel esta temporada en la Europa League. Aunque quizás otros, más pesimistas, piensen que lo primero deba ser salir del descenso y después ya se verá.
En los despachos todo parece indicar que los actuales propietarios venderán el club por lo que sería conveniente que los nuevos compradores sentarán las bases de un proyecto para reconstruir el equipo. Habría que pensar entonces si hacer un equipo en torno a Torres (el mejor del equipo de largo) o dejarle marchar para empezar de cero.
A lo largo de hoy se ha confirmado la venta del club...
Veremos si el equipo deportivamente va hacia arriba porque mal equipo no tiene. También es importante que la situación convulsa que se ha vivido entre los aficionados y los antiguos dueños del club pase ya por fin a segundo plano una vez que se marchen y vaya todo a mejor...
Bueno, era hora de que el anti fútbol se diera de bruces con la realidad...