Salvo que mañana se anuncie la vuelta de Raúl González Blanco al Real Madrid, la noticia futbolera del año no tiene ningún rival: se trata de la consecución de la Copa del Mundo por parte de la selección española.
Ni la Liga del Barça, ni la Champions del Inter tras aquella histórica y extraña semifinal en el Camp Nou, ni la vuelta a la escena internacional del Atlético de Madrid, ni siquiera la llegada a la presidencia del Real Betis de Rafa Gordillo, nada, absolutamente nada se puede comparar a la sensación que millones de españoles vivieron con el gol de Iniesta o el beso de Iker Casillas a Sara de España.
2010, pese a todo lo anteriomente citado, que no es poco, será única y exclusivamente recordado como el año en que fuimos campeones. Durante un mes, muchos no sabíamos de crisis económicas, de conflictos entre israelíes y palestinos, de atentados en Irak, ni siquiera atendiamos a Belén Esteban, durante un mes la verdadera Princesa se apellidaba Carbonero.
Fue un mes extraño. Desde el 'Grupo Sin Hora' ya habíamos montado nuestro chiringuito e intentábamos describir a través del ya histórico 'SHM' lo que sucedía a miles de kilómetros.
Éramos excépticos, pues el destino así nos había dicho que teníamos que ser, desconfiábamos de las palabras de Maradona y todos aquellos que nos daban por favoritos. Paso a paso. Aunque tampoco debemos ser hipócritas, éramos conscientes de que llevábamos un equipo terrible, algo con lo que poder hacer historia, un sueño en la maleta y mucho fútbol en las piernas.
Un mes de borrachera futbolístca, un mes con el culo prieto ante los chilenos, la chulería de CR7 y un penalti contra Paraguay que hizo que durante unos minutos España entera no respirase. Un mes en el que nos cruzamos con Alemania, y por desfortuna para nosotros, la primera Alemania en mucho tiempo que jugaba al fútbol como los ángeles. Pero un cabezazo del hombre más guapo y deseado durante esa noche nos colocó en la final.
Holanda, los tulipanes, esos a los que llevamos años enseñando a jugar al fútbol en nuestra Liga. No fueron nadie, un atajo de perdedores que sólo supo llorar.
Y tras eso... CAMPEONES...
Bueno, Maradona durante el Mundial nos atizó como nadie...
Anda que no se sufrió para conseguir el Mundial y más después del comienzo contra Suiza. Lo más curioso de todo es que, mientras se cimentaba el mayor logro de la historia de nuestro fútbol, alrededor de ello se sucedían diversos debates (extradeportivos en varias ocasiones) que no ayudaban para nada: que si Aragonés ha comentado esto en Al Jazeera, que si Sara Carbonero tal, que si el equipo no jugaba un pimiento...
Menos mal que se consiguió, y además de la mejor forma posible, metiendo gol a 4 minutos del final de la prórroga, en una final contra un equipo que descartó jugar al fútbol y se dedico únicamente a dar patadas.
Pues el SHM ese que comentas no estuvo nada mal, no... jeje. La verdad es que se hizo un trabajo bastante aceptable, digno de un campeón del mundo.
Por cierto, recomiendo a todos los lectores(los que todavían no lo hayan visto) que no se pierdan el especial de Informe Robinson sobre los Campeones del mundo, una joya...
El que no se emocione y apriete el puño al menos unas tres o cuatro veces mientras revive aquellos momentos que no vuelva nunca más a esta página, por favor.
Lobo, joder, que no estamos para perder lectores... jeje.